lunes, 2 de marzo de 2015

Sentimientos

Las bodas son nervios. Nervios de los novios, de sus madres, del padrino... pero también de esas amigas incondicionales de la novia, que esperan nerviosas su llegada. Que quieren ser las primeras en verla y en mandarle esa sonrisa cómplice que sólo una amiga puede dar, para que, sin decirle nada, ella sepa lo guapa, lo guapísima que está. Esa mirada que dura sólo un instante y que transmite todo lo que es la amistad.
 


Las bodas son lágrimas. Las que brotan cuando ves llegar a los novios, cuando algún invitado regala una lectura emocionada o unas palabras especiales, de las que a veces dedican hermanos y que hacen emocionarse hasta al más duro. O a lo mejor son lágrimas emocionadas que afloran al compás de la música porque hay acordes que nos ponen a todos el vello de punta, y más aún si esa canción tiene algún significado especial para quien la escucha.
 
 
Las bodas son generosidad y emoción. La mayoría de las sorpresas se las llevan los novios, que son los destinatarios principales de la generosidad de quienes les quieren. Pero cuando la ceremonia ya ha pasado y llegan momentos más distendidos, cambian los papeles y son los novios quienes intentan sorprender. En esos momentos, la emoción de los inesperados destinatarios es inmensa.
 
 
Pero, sobre todo, las bodas son alegría, alegría infinita. Y orgullo. Y satisfacción. Y esos sentimientos a veces se demuestran en miradas, en lágrimas, en gestos y en abrazos que podrían ser eternos aunque sólo duren instantes. Y si por algo me gustan las bodas es porque en ellas todos esos sentimientos fluyen de pronto, sin que muchas veces nos demos cuenta ni podamos evitarlos. Y eso es, precisamente, lo bueno!
 
 
Todas las invitadas perfectas de estas fotos están captadas por Viti Amieva.

5 comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Blogging tips